NUMAR CHAID GONZÁLEZ ALVARADO: "Vivir entre lo virtual como sujetos de la sociedad digital"
Universidad del Atlántico – Colegio Cristiano El Salvador / Colombia

Resumen:
Vivimos en una sociedad distinta. Una sociedad compuesta por un nuevo sistema que nos ha acondicionado; la digitalización. Vivimos entre lo virtual, somos seres virtuales. La vida postmoderna gira en torno a este nuevo sistema operativo. La pandemia del Covid 19 ha sido el detonante para poner en práctica este nuevo orden y derribar lo que quedaba del viejo sistema, hoy somos seres completamente digitalizados. La digitalización está entre nosotros, lo que empezó como un proyecto casi utópico en la década de los ochenta y principio de los noventa hoy se materializa como un nuevo orden; la vida digital que nos conlleva a vivir entre lo virtual.
Palabras clave: Sociedad, virtualidad, era digital, nueva normalidad, pandemia.

El filosofo surcoreano Byung-Chul Han en su obra La Sociedad del Cansancio (2017) suele afirmar que “toda época tiene sus enfermedades emblemáticas” (Han, 2017, p: 7) y nuestra época no parece salir del pazo con la nueva pandemia del Covid 19, dificultad que ha generado una crisis profunda en la historia social, política y económica de la sociedad postmoderna. La pandemia de Covid 19 o como usualmente se le conoce coronavirus, ha traído consigo una gran recesión económica en más de la mitad del mundo, a eso, se le suma la calamidad de salud pública que se ha generado a nivel mundial debido a la situación.
Antes de la pandemia de Covid 19 la humanidad operaba bajo un sistema u orden mundial diferente, el cual ha cambiado mediante la enfermedad. La vida social, económica, política y cultural e incluso la salud publica en el mundo marchaba de una forma completamente distinta a como lo hace ahora, lo que podemos denominar como “normalidad”. La normalidad, no es nada más que mantener vivo, vigente y en completo funcionamiento el estilo de vida al que estábamos aprehendidos, es decir, mantener la industria y el comercio activo, mantener las escuelas, las universidades, las instituciones públicas y privadas proveyendo de bienes y servicios a las sociedades del consumo, eso es la normalidad.
La pandemia trajo consigo un cambio bastante brusco que sin medir distancia ha atentando contra la sacra normalidad. Un nuevo sistema u orden mundial está a punto de cambiar nuestras vidas, un nueva visión está apunto de acondicionarnos y pretender volver a la vieja normalidad resulta ser una paradoja.
La tesis de la paradoja del regreso a la normalidad radica en que la enfermedad nos convirtió en seres completamente distintos. La realidad, por ejemplo, se hizo virtual gracias al confinamiento al que las cuarentenas sociales obligatorias nos han sometidos. Todo funciona detrás de la pantalla de una laptop o de un celular inteligente, detrás de una página web o de una aplicación, el caso es que vida o la realidad misma se convirtió en algo completamente distinto a lo que usualmente era.  
Ir al parque, pasear tomados de las manos por las calles, ir a una discoteca, a la escuela, a la universidad, a un centro comercial e incluso, asistir a la iglesia los domingos, hacía parte de la vida pasada, es decir, antes de la pandemia, y esto era lo que nosotros le llamamos normalidad. Con la propagación del virus a todos los rincones del planeta, la normalidad se ha visto afectada tanto o más que los mercados mundiales. Asistir a los estadios, hacer una enorme fila en un banco, ir a los mercados públicos o asistir a un concierto resulta tan peligroso para un brote masivo que se han tomado medidas que van desde el cierre de estos lugares a la paralización de los grandes eventos deportivos y de entretenimiento abiertos al público. La normalidad, como la solíamos visibilizar o vivir ya no existe.
¿Se puede volver a la normalidad después de la pandemia? Resulta increíble y aunque parezca paradójico no. El comportamiento de los mercados, de la vida pública y social, e incluso de la cultura, ha sufrido variaciones en sí que desde la esencia misma han cambiado. Las reuniones entre amigos, las consultas médicas y las visitas personalizada se han reducido a tal punto que una vez la virtualidad se imponga de un todo estas metodología van a desaparecer. Hoy todo funciona desde las pantallas, desde la Web y desde las aplicaciones móviles y querer volver a la vieja normalidad sería un retroceso a la vieja cultura de la sociedad.
Décadas antes de la propagación de la pandemia del Covid 19, el filosofo alemán Martin Heidegger fue uno de los primeros pensadores en asimilar la idea de que la tecnología sería el medio por el cual nos relacionaríamos con el resto del mundo y que ésta se convertiría también en una forma de verlo. Este pensamiento del intelectual germano se consensuó un siglo antes de la aparición del internet y hoy parece una profecía cumplida. Sin duda alguna estamos ante una nueva era, época a la que le podemos llamar “la era de la sociedad digital” donde la red digital es el gran medio sobre el cual la sociedad postmoderna flota. La sociedad actual está dentro de la red, no está fuera. Pertenecemos a un mundo completamente virtual que condiciona nuestra existencia y esa condición nos hace seres virtuales.
El sistema actual nos impone la red digital como una condición para poder ser parte del mismo sistema y al no acceder no estaríamos aptos para abordar las nuevas condiciones del sistema. Actualmente la pandemia del Covid 19 o Coronavirus no solo introdujo a un número significativo de personas a red virtual sino que las convirtió en seres completamente virtuales, condicionados por la necesidad de conectarse para seguir con el modus vivendi.
Estamos frente a una época nueva donde el gran magma de bits que recubren la Tierra desfigura la realidad de una forma tan radical que a la vez configura la virtualidad como una nueva realidad que encuadra la soberanía de una nueva sociedad. Somos la sociedad que funciona con un clic detrás de una pantalla o monitor, hacemos casi todo desde la web; transacciones bancarias, compras online, ejercicios fitness, recetas culinarias por YouTube y el incesante consumo de música que se desprende de ésta plataforma.
Actualmente dependemos de la red informática mundial para abastecernos y desarrollarnos como ciudadanos digitales, solo nos basta un navegador para acceder a sitios web compuestos de páginas que nos ofrecen contenidos multimedia, textos, imágenes, videos y otros recursos que en sí nos son útiles y nos facilitan la subjetividad que requiere esta sociedad. Me atrevería a afirmarles que lo empezado entre marzo de 1989 y diciembre de 1990 como un proyecto del inglés Tim Berners-Lee en compañía del belga Robert Cailliau mientras trabajaban en el CERN en Ginebra – Suiza resultó ser el medio efectivo para revolucionar la vida postmoderna. Nos enfrentamos a una digitalización de todas las estructuras de la sociedad, de todos los campos a los que tenemos acceso; educación online, cultura y arte audiovisual, operaciones bancarias digitales, etc., todo esto nos abrió las puertas de una sociedad digitalizada.
La vida postmoderna gira en torno a un enjambre digital. Este enjambre es el sistema mismo, donde todo individuo interactúa con el medio exterior atreves de la red. Este sujeto ya no necesita salir sino que desde un monitor, aislado, puede interactuar con el resto del mundo. Esto se debe a que “el enjambre digital consta de individuos aislados” (Han, 2014, p: 26).
Vivir entre lo virtual implica la desaparición del nosotros, de la congregación abstracta como tal. Los sujetos digitales existen y a la vez no. Están presentes y a la vez no lo están. Son seres ignotos que en su mayoría carecen de un cuerpo físico. Al respecto, Byung-Chul Han argumenta:
Los habitantes digitales de la red no se congregan. Les falta la intimidad de la congregación, que produciría un nosotros. Constituyen una concentración sin congregación, una multitud sin interioridad, un conjunto sin interioridad, sin alma o espíritu. Son ante todo Hikikomoris[1] aislados, singularizados, que se sientan solitarios ante el display (monitor). (Han, 2014, p: 28).
Esta referencia de la sociedad digital o del sujeto digital que expone Han es una clara visión de lo que es la sociedad actual y el sujeto que actúa en ella. Los sujetos de esta sociedad son seres aislados, actúan detrás de una laptop sin acceso a un gremio. Son seres invisibles y a la vez no lo son, están presentes y a la vez no lo están. La red digital se especializa en esto, en ocultar a la sociedad de sí misma, y digo de sí misma puesto que hablamos, chateamos muchas veces con personas que no conocemos. La red digital es especialista en esto, en ocultar la subjetividad. Vivir entre lo virtual como seres digitales transforma físicamente al sujeto, transforma la realidad.
Hoy, bajo el confinamiento obligatorio a causa de la pandemia del Covid 19, la humanidad cambió para siempre, hoy somos seres completamente virtuales.

Referencias bibliográficas.
Han., B., C. (2007) La Sociedad del Cansancio, Barcelona, Herder Editorial, S.L.
Han., B., C. (2014) En el Enjambre, Barcelona, Herder Editorial, S.L.
Han., B., C. (2014) Psicopolítica, Barcelona, Herder Editorial, S.L.
 

[1] Personas que viven al margen de la sociedad. Por ejemplo, alguien que se pasa el día entero ante los medios audiovisuales, apenas sin salir de casa.

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