MARTINA PAVLIKOVA: "Auden sobre Kierkegaard"
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“A pesar de que sus obras son a menudo brillantemente poéticas y profundamente filosóficas, Kierkegaard no fue ni un poeta ni un filósofo, sino que fue un predicador, explicó y defendió la doctrina y el comportamiento cristianos.”
“Amarás a tu prójimo pecador con tu corazón pecador.”


1. Vida y trasfondo cultural de la época
     Wystan Hugh Auden es uno de los más reconocidos representantes de la literatura angloamericana. Fue un brillante poeta, autor de prosa, dramaturgo, ensayista y crítico literario, cuya vida y pensamiento fueron influenciadas por el pensador danés Soren Kierkegaard.
      Auden escribió magnificas óperas y obras de teatro. Su fértil y rica creación artística se divide en dos épocas. La primera época es aquella durante la cual vivió en Gran Bretaña, hasta el año 1939. La segunda, y al mismo tiempo la más fértil, ocurrió a partir del año 1940, cuando emigró a los Estados Unidos de América por la subida al poder de Hitler y el fuerte crecimiento del fascismo en Europa. Es precisamente en esta época cuando se ve de manera más evidente la influencia de Soren Kierkegaard en su obra.
     En EE.UU. entró en contacto con un grupo de investigadores centrados en Kierkegaard, tales como Nicolas Nabokov, Reinhold Niebuhr, Paul Tillich, Charles Williams, etc. Allí se orientó hacia el “estilo occidental de cristianismo existencial anclado en Kierkegaard y en Paul Tillich.” La creación de Auden está también marcada por la implementación de la referencia teológico-filosófica de Paul Tillich. Los dos pensadores formaron la visión de Auden sobre el cristianismo. Después del año 1940, el tema cristiano se convierte en el atributo dominante de sus poesías, de las cuales destacan: For the Time Being: A Christmas Oratorio (Para el tiempo actual: un oratorio de Navidad), The Sea and The Mirror: A commentary on Shakespeare’s Tempest (El Mar y el Espejo: un comentario sobre La Tempestad
de Shakespeare), Horae Canonicae, New Year Letter (Carta de Año Nuevo) y otros. La marcada influencia de Soren Kierkegaard también se puede ver en la iconografía prosaica de The Enchafed Flood (traducido como: Iconografía romántica del mar), en la cual Auden analiza los estados ético, estético y religioso, de la existencia humana.
     En 1946 Auden se convirtió en ciudadano americano. En 1947 recibió el prestigioso premio Pulitzer en la categoría de Poesía por la obra literaria The Age of Anxiety (La época de la angustia)

2. La interpretación del cristianismo de Auden
     Kierkegaard ayudó a Auden a redescubrir la fe y por eso es el punto de contacto a través del cual Auden formuló su interpretación personal del cristianismo. El entendió el cristianismo como un asunto gozoso, pero también muy complicado. Estaba convencido de que el mensaje más difícil del cristianismo es: “toma tu cruz y sígueme”. En el año 1973, poco antes de su muerte, escribió el poema Thanksgiving (Acción de Gracias), el cual es su confesión personal. Este verso del poema es el testimonio de en qué gran manera Kierkegaard influenció a Auden:

“El salvaje Kierkegaard, Williams y Lewis
Me trajeron de vuelta a la fe”

     El hombre que le presentó a Auden la persona de Kierkegaard fue Charles Williams. La obra The Descent of the Dove (El descenso de la paloma) inspiró a Auden al estudio de “algunas obras teológicas, especialmente las de Kierkegaard. Estas le indujeron a visitar la iglesia de manera experimental. La creencia de Kierkegaard de que la vida humana esta relacionada con el absoluto incondicional, de que tenemos que buscar continuamente pero que nunca conseguimos entender completamente, resonó profundamente en el instinto espiritual de fe y duda de Auden, cuando más adelante investigó la relación del hombre con Dios en la vida diaria.”
     El se percibía a sí mismo como un hombre que deseaba llegar a ser cristiano. En Kierkegaard podemos seguir esta actitud en la revista The Moment (El instante), que empezó a publicar hacia el final de su vida. Los dos se distancian del cristianismo formal. Auden, en su ensayo sobre Kierkegaard, escribió: “Hoy en día, en nuestra parte del mundo, a la sociedad le da completamente igual en qué cree el hombre: ser cristiano se considera mayoritariamente más bien como una excentricidad estúpida e inofensiva, como por ejemplo seguir a Bacon o vivir en la pradera. Sin embargo, en el mundo hay un gran número de países en los cuales el cristianismo se toma en serio, donde el cristiano es expulsado de todas, incluso de las más insignificantes posiciones laborales, donde incluso puede perder su vida.¿Qué diría a todo esto Kierkegaard?” Auden consideró a Kierkegaard como una autoridad cristiana.
     Auden estaba convencido de que llamarse a si mismo “cristiano” sería un acto de orgullo no cristiano. En relación al cristianismo comentó: “El cristianismo es una manera, no un estado, y un cristiano nunca es lo que el hombre es en sí mismo. El cristiano es alguien por quien el hombre puede orar para que llegue a ser.” Él percibió el cristianismo como una increíble fuerza impulsora a cambiar la vida humana y en el marco de la fe religiosa formó su visión artística. La narración y terminología cristianas, la simbología y las referencias son el fundamento que carga su creación literaria.
     En la balada del año 1937, bajo el título de As I Walked Out One Evening (Cuando salí a dar un paseo una tarde), el amante en forma de frases cliché confiesa a su amada un amor perfecto y sincero. Lo enfatiza diciendo que su “amor es eterno”. Mientras tanto, a lo lejos, el reloj en la torre marca las horas, lo que le recuerda a Auden en un agudo contraste, la irremediable realidad de la mortalidad y la imperfección. “No te dejes engañar por el tiempo, porque no eres capaz de vencer al tiempo.” El reloj termina de marcar imponentemente las horas un par de segundos y ordenan: “Amarás a tu prójimo pecador con tu corazón pecador.” La simbología de las horas no está en contradicción con el mandamiento bíblico: “¡Amarás a tu prójimo como a ti mismo!” (Marcos 12:3). Es un recordatorio de la realidad deformada del ser humano. La simbología cristiana también esta presente en el siguiente verso, que enfatiza que el hombre es imperfecto y en su esencia, impotente: “La vida está llena de bendiciones, aunque tú no puedes bendecir”.

3. La recepción de Auden de Soren Kierkegaard
     Auden escribió una amplia recepción de Soren Kierkegaard en tres dimensiones diferentes: “primero escribió, en el año 1944, la crítica Preface to Kierkegaard (Prefacio a Kierkegaard) en la traducción de la obra O lo uno o lo otro de David y Lilian Swenson y Walter Lowrie; en segundo lugar, escribió una influyente antología de una selección de las obras de Kierkegaard bajo el título The Living Thoughts of Kierkegaard (Los pensamientos vivos de Kierkegaard), al cual añadió una amplia introducción personal, y finalmente, en el año 1968, escribió un ensayo llamado A Knight of Doleful Countenance (Un caballero de triste semblante) para la obra Journals and Papers – Volume I (Diarios y papeles – Volumen I), el cual fue traducido y editado por Edward y Edna Hong.”
     En su antología Los Pensamientos Vivos de Kierkegaard, Auden describe la difícil vida de Kierkegaard: “Cada circunstancia le causó sufrimiento a Kierkegaard. Su padre estaba obsesionado con el sentimiento de culpa de su juventud, ya que siendo joven maldijo a Dios; su madre fue una sirvienta a la cual el padre sedujo antes de la boda. El frágil y nerviosamente cambiante receptáculo físico que heredó fue además dañado por una caída de un árbol. Su precocidad intelectual combinada con la intensiva guía religiosa de su padre provocó que, ya en su infancia, mentalmente madurara en un hombre adulto. Al final, no le fue destinado vivir en el ambiente estimulante de Oxford o París, sino en la provincia intelectual de la ciudad de Copenhague, sin rivalidad o entendimiento. Como Pascal, al cual se le parece de muchas maneras, o como Ricardo III, sobre el cual pensaba a menudo, estaba predestinado a ser una excepción y un sufriente en cualquier cosa que hiciera. Nunca pudo ser un hombre despreocupado o un miembro cuidadoso de la burguesía, igual que Pascal nunca pudo ser Montaigne.”
     La prueba de que Auden tenía una visión general de la creación de Kierkegaard es el pasaje que escribió en su crítica Prefacio a Kierkegaard. Auden escribe sobre las obras de Soren Kierkegaard: “Como el señor Lowrie enfatiza en su prólogo, la obra O lo uno o lo otro es uno de los libros menos importantes de un autor muy importante.” y continúa: “Aquellos que entiendan lo importantísimo que es Kierkegaard seguro que comprarán este libro. A aquellos que no conozcan a Kierkegaard no les recomiendo que empiecen con este libro. Creo que para los cristianos sería mejor empezar con la obra Temor y temblor o Ejercitación del cristianismo; el filósofo debería empezar con CUP; el psicólogo debería leer La enfermedad mortal; y el lector general debería empezar con la obra La época presente o, probablemente, con la obra From Journals and Papers (De los diarios y papeles).”
     Según Auden, Kierkegaard como cristiano “forma parte de la tradición del pensamiento religioso – teología es un termino demasiado sistemático – representado por Agustín, Pascal, Newman y Karl Barth, igualmente separado de la tradición tomista del catolicismo oficial que del protestantismo liberal de pensadores como Schleiermacher. Como un dialéctico secular, Kierkegaard es uno de los grandes defensores de la posición hostil hacia el mecanicismo cartesiano y también contra el idealismo hegeliano, al cual los alemanes nombraron existencial, que no se limita sólo a alemanes como Nietzsche, Jaspers, Scheler o Heidegger, sino que también  incluye, por ejemplo, a Bergson y William James.” Kierkegaard, con su actitud, es similar a Marx y Freud.
     La obra más importante de Auden, en la cual trata el tema de la angustia, es la gema literaría galardonada con el premio Pulitzer The Age of Anxiety (La época de la angustia). Es un poema que analiza el dilema moderno del hombre actual y se convierte en una elocuente definición de la sociedad contemporánea, de gente que vive en la edad de la angustia. La ansiedad, la inseguridad y la soledad son los elementos conductores de la civilización humana contemporánea. El contenido del poema fue inspirado por la interpretación de Tillich de lo que es demoníaco, y por el concepto de angustia de Soren Kierkegaard. El término “demoníaco” se convirtió en el término favorito de Auden, y con él representa todo aquello que es redundante en la vida del hombre. En su ensayo sobre Kierkegaard escribió que “el hombre dañado por el destino” es tentado a caer en la “desobediencia demoníaca” y en la “desesperación demoníaca”. La desobediencia demoníaca se muestra con el sentimiento de culpa, cuyo resultado es una estúpida rebelión. La desesperación demoníaca también se muestra con sentimientos de culpa, a través de los cuales la persona cae en el cinismo y el descorazonamiento. Kierkegaard describe el descorazonamiento como “un pecado, es básicamente instar omnium, porque es un pecado que descansa en el hecho de que el hombre no quiere nada profundo y amado – y precisamente por eso es la madre de todos los pecados.”
     Auden, en un fragmento del poema La época de la angustia escribe sobre cómo la humanidad es capaz de sujetarse a la ansiedad y al descorazonamiento:

“Preferiríamos dejarnos destruir que cambiar;
Preferiríamos morir en nuestro propio miedo
Que superar el momento de crisis
Y así dejar nuestras ilusiones morir.”

     El concepto de desesperación y angustia de Auden en estos versos se entretejen con los de Kierkegaard: “Este es el momento en que prende fuego la desesperación, el ataque nervioso que procede sin parar hacia adentro, más profundo en la autodestrucción indefensa. Al desesperado, decisivamente no le puede alegrar que la desesperación no consiga destruirle, tal consuelo es precisamente, al contrario, su tortura, mantiene el dolor vivo y a él, vivo en el dolor.” Parte del texto del poema: “Preferiríamos dejarnos destruir que cambiar”, es un tipo de desesperación, el cual es: “tal festín de uno mismo indefenso, que no alcanza su propio
objetivo.” El poema La época de la angustia es “una anatomía original de nuestras propias ideas y al mismo tiempo es su diagnóstico. Tiene el poder no sólo de formar, sino también de crear nuestras propias opiniones."

3 de noviembre 2017

 

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